APRENDIENDO A PROGRAMAR

La tecnología es un aspecto cada vez más integrado en nuestras vidas, con lo que es necesario integrarlo también en nuestras escuelas. 

Aprender a programar, no con el objetivo de convertirnos en informáticos capaces de crear complejos programas, sino de hacernos partícipes de la tecnología, puede proporcionarnos grandes ventajas en un mundo cada vez más tecnológico.

Además de "mejora nuestra capacidad de comprender el mundo, enfrentarnos a él y tener más oportunidades laborales", tener unas nociones básicas de programación puede sernos útil en otras materias como las Matemáticas o la Ciencia. También puede cambiar nuestro modo de afrontar los problemas, dándonos herramientas sobre cómo resolverlos.

Todos estos aspectos abren el debate de si es necesario enseñar programación de manera autónoma o integrarlo en otras asignaturas. En mi opinión, en un mundo en el que la tecnología es parte de nuestro día a día, cualquier conocimiento sobre informática puede ser útil. No tiene sentido aislar la programación del resto de materias siendo que, en la realidad, estas están cada vez más conectadas. Comprender cómo funciona aquello con lo que nos relacionamos diariamente nos hace más conscientes de nuestro entorno y nos da una visión más crítica y real del mismo. Además, empezar a aprender estas cosas desde edades tempranas no hace más que facilitar un trabajo que, según el rumbo que toma la sociedad, será inevitable.